lunes, 25 de octubre de 2010

La manzana de San Polo


Hace pocos años se desató cierta polémica ante la construcción de un hotel en el terreno que ocupaban las ruinas de la parroquia de San Pablo. Mi opinión era contraria a esa construcción, ya que no estaba de acuerdo en que el hotel se subiera, literalmente, sobre las ruinas de la iglesia, pues no parecía de recibo que los restos de una parroquia medieval acabaran como adorno de un negocio privado. También se perdían bajo la piqueta dos edificios que, a mi entender, tenían solera y un valor arquitectónico suficiente como para que fueran respetados.

La parroquia de San Polo fue fundada en el territorio que se dio a los “portogaleses” hacia 1112. Era el único templo de ladrillo de Salamanca, y por “su humilde aspecto y pobres materiales” piensa Villar y Macias, que pudiera haber sido construida por los mozárabes en tiempos de la dominación árabe. Los ábsides que todavía existen pertenecen a la primera fábrica.. Muy posterior es la fachada de piedra que mira a la calle de San Pablo, pues fue mandada levantar junto con una torre, también de piedra, en 1529. En ella hubo hasta mediados del siglo XIX treinta estatuas de otros tantos santos sobre ménsulas góticas. No se sabe la razón por la que fueron retiradas pero por las dimensiones de la fachada y la cantidad de estatuas debió ser digna de verse.
Ha pasado el tiempo y creo que me equivoqué en lo que a las ruinas se refería, porque si bien el hotel sigue sin gustarme, he de reconocer que los restos de San Polo están siendo preservados de los efectos del tiempo y la dejadez de las instituciones, desde que pasaron a formar parte de la terraza del hotel. Sin embargo, viendo de nuevo las fotografías de los dos edificios que fueron derribados para levantar el hotel, observo que ambos eran representativos de dos tipos de construcción de la que apenas quedan otras muestras en nuestra ciudad: las viviendas con jardín en la fachada y las viviendas unifamiliares con negocio en los bajos.


lunes, 4 de octubre de 2010

La calle Cañizal

Entre la calle de la Compañía y la de Cervantes discurre una antigua y estrecha calle llamada de Cañizal. Hasta el siglo XVI al menos, se la llamó Guardianos y unía la plazuela de San Benito (la Compañía de Jesús todavía no había erigido el edificio que, con el tiempo, daría nombre a la calle) y la calle de los Moros (actual Cervantes).

En una de las dos esquinas que forma con la de Tahonas Viejas, se encuentran los restos del Colegio Menor de Santa Cruz. Este Colegio fue fundado por Don Juan de Cañizares y Fonseca, sobrino del Arzobispo Don Alonso de Fonseca. A este colegio se le conocía con el nombre de Santa Cruz de Cañizares, y, por deformación, acabó dando a la calle el nombre de Cañizal.

En 1992 se construyó el Conservatorio Profesional de Música, integrando en él los restos que quedaban.

Unos meses antes de que fuese construido, hicimos estas fotografías.