viernes, 12 de junio de 2009

Las Casas de la Muralla III


  Pese a que algunos no les importe y sigan queriendo derribar “las Casas de la Muralla” a cualquier precio (muchos cientos de miles de € se llevan gastados en estos nueve años), quiero dejar constancia de que, igual que pasó con el Deposito de las Aguas, se va a demoler una muestra singular del urbanismo salmantino. Digo esto porque este grupo de viviendas no son una isla de casas, sino que están históricamente relacionadas con la “Casa Lis”. 

Ambas  ocupan casi toda la acera que une  la puerta de San Pablo con la Del Río desde que, en la última década del s. XIX y la primera del XX, se construyeran prácticamente a la vez. En apenas 200 metros encontramos dos muestras perfectas de la construcción que se realizaba en Salamanca hace ahora cien años. La arquitectura modernista salmantina, tanto señorial como popular, en un pequeño paseo con la catedral encima.


Nadie duda del interés arquitectónico e histórico de la “Casa Lis”,  aunque no hace muchos años su estado era mucho peor que el de las “Casas de la Muralla” a día de hoy. Pero si observamos éstas, vemos que están edificadas con un sentido de conjunto. Todas tienen en sus fachadas cenefas de azulejos de colores. Son de parecidos volúmenes y su aspecto gana en unidad al estar, casi en el medio, la casa de mejor calidad de materiales y en la que destacan un mirador de hierro y un pequeño frontis, que le dan cierta simetría y gracia al conjunto. Sobre esta casa, aquí se dice: Antes  que Joaquín de Vargas construyera la Casa Lis Cecilio González D. comenzó a proyectar edificios en los que buscaba los efectos del color obtenidos por el empleo de una variedad de materiales.

Destaca la racionalidad constructiva y original ornamental del ladrillo. Los efectos del color en la obra de Cecilio González D. es una característica de este autor y se encuentran distribuidos por toda la ciudad. Esta en relación con los cambios tecnológicos y procesos productivos del fines del XlX. Fue una arquitectura representativa del desarrollo económico y arquitectónico de la ciudad de Salamanca, aunque fuese en el edificio proyectado en la puerta de San Pablo en 1899 donde la combinación de ambos materiales lo hizo de forma diferente.”

  Para terminar diciendo:El ayuntamiento ha proyectado derribarlo, algunos profesores doctores en historia del arte consideran esta desaparición un expolio patrimonial.” .  Expolio, expolio... esto me suena.

No se entiende que, precisamente en una ciudad “histórica”, un edificio de cien años no sea considerado con otras miras mas que las de la “edificabilidad” producida por su derribo. 

   Si al menos supieran lo que destruyen...